Aumentar las apuestas

Naturalmente, cualquiera que juegue habrá empezado con apuestas más pequeñas y acabará aumentando sus apuestas con el tiempo. Por ejemplo, puede apostar 1 o 2 libras cuando tenga 18 años y ser más aventurero apostando 5 libras unos años más tarde, cuando tenga más experiencia con el dinero y más.

Todos los jugadores deben ser conscientes de que este aumento de las apuestas debe controlarse. Al aumentar las apuestas, está reduciendo inadvertidamente la emoción de ganar con apuestas pequeñas, lo que significa que solo estará satisfecho con grandes ganancias a partir de grandes apuestas en el futuro.

Esto está bien si gana, pero el hecho es que nadie gana siempre. Es todo lo contrario. Existen innumerables empresas de apuestas en el mundo y ninguna de ellas tiene problemas financieros. La razón es que las probabilidades siempre están a su favor.

Yo sugeriría que cuando se apuesta con cantidades mayores, se piense en el dinero que se apuesta. En lugar de simplemente hacer clic en algunos botones y realizar una apuesta, se piense en cómo se vería esa cantidad de dinero frente a usted. ¿Estaría entonces dispuesto a apostar esa cantidad en esa apuesta?

Actitud de apuesta

Existe una actitud tóxica hacia el juego que se ha visto amplificada por el aumento de “pronosticadores” en línea. Estos “pronosticadores” les dicen a los jugadores cuál es la mejor manera de apostar, dando a entender que existe una habilidad para el juego. Muchas de estas personas cobran dinero por los servicios que brindan.

No estoy diciendo que todas estas personas estén estafando a sus clientes, estoy seguro de que algunos ganan. Puede ser cierto que se pueden aumentar las posibilidades de ganar una apuesta mediante la investigación o el conocimiento, pero lo que me asusta es etiquetar esto como una “habilidad”. Por otro lado, los mismos pronosticadores culparán a la mala suerte si una de sus apuestas no tiene éxito. Esto genera una mentalidad entre los jugadores de que cuando ganan, han ejercitado su habilidad. Cuando pierden, han tenido mala suerte. El problema es que se considera que la habilidad es más poderosa que la suerte. Esto permite a los jugadores pensar que pueden volver a intentarlo y ganar basándose en su habilidad a pesar de su “mala suerte”. Lo que los jugadores deben saber es que todas las apuestas dependen de la suerte y no de la habilidad.

Perseguir las pérdidas

La regla de oro de “cómo no apostar” es no perseguir las pérdidas. Casi todos los jugadores habrán oído esto. Yo lo había oído muchas veces antes de tocar fondo en mi problema, pero en última instancia nunca me impidió perseguir las pérdidas.

Para aquellos que no entienden lo que significa “perseguir las pérdidas”, es una frase que se refiere a apostar más para recuperar lo que ya se ha perdido. Por ejemplo, si hubiera apostado 5 libras y hubiera perdido, podría apostar otras 5 libras para intentar recuperar las 5 libras originales. Si esa apuesta pierdo de nuevo, ahora tengo 10 libras menos y debo buscar cuotas más altas o más apuestas para recuperar ese dinero.

Se vuelve inalcanzable. Es la razón por la que se aconseja a los jugadores que solo apuesten lo que pueden permitirse perder. Nunca debes esperar ganar y nunca debes confiar en el juego para ganar dinero.

La recuperación de las pérdidas aumenta la cantidad de riesgo asumido en las apuestas y hace que las personas hagan apuestas imprudentes. En lugar de dar un paso atrás, inmediatamente quieren vengar esa pérdida con una apuesta. Puede ser en un mercado que conocen. Puede ser en una liga de un país del que nunca han oído hablar.